lunes, 13 de enero de 2014

El punto de partida: Estados Unidos

La mejor forma de entender dónde estamos es entender de dónde venimos y de qué somos resultado. Me atrevo a decir que Estados Unidos es una clave para entender la historia contemporánea. Su consolidación como potencia económica, militar y social hace que su influencia en los países del mundo sea innegable. Las políticas internas de cada Estado son resultado de la política exterior estadounidense de forma directa o indirecta. 

Este primer artículo no es otra cosa que un "paseo romántico" por las guerras estadounidenses desde 1620 hasta 1939, donde no se estudiarán a fondo pero se verá la vinculación una de otra, y como poco a poco, Estados Unidos se consolida como potencia para enfrentar la Segunda Guerra Mundial y posteriormente las devastadoras guerras asiáticas y del Medio Oriente. 

El artículo siguiente a éste en el blog será la continuación de la historia estadounidense: la segunda guerra mundial y los conflictos bélicos por la guerra fría, además una reflexión de la política contra el terrorismo y la retórica de los derechos humanos como reflexión final. 

Por último, he de aclarar que por el hecho de afirmar que el mundo gira en torno a Estados Unidos, no significa que me parezca un hecho agradable, por el contrario, me parece lamentable que una nación con una moral a conveniencia sea quien proponga y disponga. 


La colonia de la corona

Después del asentamiento de los británicos, los colonos afrontaron diversos enfrentamientos contra holandeses y franceses por el dominio de territorios, encontrando éste el punto de partida a la experiencia militar de los norteamericanos, la cual utilizarían pronto en la Revolución Americana*. 

Tras un endeudamiento de Gran Bretaña (que gobernaban a más de 4500km de distancia), se decidió que los colonos americanos debían contribuir con los impuestos, asimismo, exigió que sólo comerciasen con Gran Bretaña, para así enriquecer a su madre patria y no fortalecer a naciones rivales como eran Francia o Países Bajos. Surgió una pregunta que cambiaría el destino de los colonos americanos: ¿por qué el Parlamento británico, en el que los americanos no tenían ningún tipo de representación, tenía derecho a ordenarles qué hacer? No solo protestaron y se negaron a pagar los impuestos, sino que una noche en Boston, colonos se disfrazaron de indios, abordaron naves británicas y tiraron al agua 342 cajas de hojas de té como muestra de rebeldía. A partir de este momento "comenzó una guerra menor que tuvo resultados inmensos" (Davis, 2004). 

En un mundo donde sólo se conocían reyes, tiranos y aristócratas, el siguiente hecho fue abrumador: en 1776, delegados de las trece colonias americanas se reunieron  y declararon a todo el mundo que ya no estaban bajo el dominio de Gran Bretaña. La "Declaración Unánime de los Trece Estados Unidos de América" decía:

"Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres han sido creados iguales, que han sido dotados por su creador de ciertos derechos inalienables, que entre éstos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad (...), se instituyen entre los hombres los gobiernos, derivándose sus justos poderes del consentimiento de los gobernados. (...) Cuando cualquier forma de gobierno resulta destructiva para estos fines (la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad), es derecho del pueblo reformarla o abolirla."

El enfrentamiento comenzó sin algún resultado previsible: si bien era cierto que las trece colonias eran ya demasiado grandes como para que Gran Bretaña las dominara, no habían suficientes americanos para defender su territorio. La balanza se inclinó hacia Estados Unidos cuando Francia se dispuso a ayudar, cesando los enfrentamientos en 1781. En Filadelfia, se reunieron los delegados de todos los estados (a excepción de Rhode Island) para creación y firma de una Constitución. A la hora de elegir a sus gobernantes, los padres fundadores de esta nación dejaron claro que "el pueblo" no elegiría directamente a sus gobernantes, sino que fuera electores elegidos por los estados ("hombres prudentes, y de recursos, gente de la mejor clase, no marineros, borrachos, ni paletos ignorantes"). El primer presidente de los Estados Unidos fue el héroe de la guerra recién concluida: George Washington.

Pero el fin de la guerra de independencia dio inicio a nuevas guerras. 


A mayor territorio, mayor influencia

Después del Tratado de París, comenzó un enfrentamiento con grupos tribales que habían actuado anteriormente como aliados de los británicos, por ello, los americanos les obligaron a abandonar y dividir sus tierras, lo cual conllevó a una guerra en el territorio noroeste. Buscando su expansión, Estados Unidos se enfrentó a México por los territorios que hoy día conocemos como: Arizona, California, Nevada, Utah y Nuevo México (bajo la presidencia del demócrata James K. Polk).

Para 1860 ya Estados Unidos poseía grandes territorios, sin embargo, no se sentían vinculados unos con otros. El norte y el sur cada día estaban más hostiles, además de manejar economías totalmente distintas: el Norte era industrializado y abolicionista, el sur por el contrario, era agrario y esclavista. A pesar de que el sur no apoyó la candidatura de Abraham Licoln, éste ganó gracias al apoyo de los habitantes del norte. Este hecho bastó para que los territorios del sur (Carolina del Sur, Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas, más tarde se les unirían Arkansas, Virginia, Tennessee y Carolina del Norte) se declararan en secesión y crearan la Confederación de Estados de América. La Confederación salió victoriosa de muchas batallas, y Lincoln se vio obligado a declarar una Proclamación de Emancipación que cambió la dirección del conflicto. Al final, en 1865, la Unión salió victoriosa, y se obtuvo la abolición de la esclavitud.

Pero el expansionismo estadounidense no se detuvo aquí. Hay que resaltar que para el siglo XIX, las potencias del mundo estaban concentradas en colonizar (de forma económica) y repartirse el territorio africano. Esta abominable carrera era con el fin de tener mayor influencia en mayor cantidad de territorios, y así medir la capacidad de las potencias. De hecho, las potencias europeas habían pactado la repartición de África, y una futura repartición de Asia, específicamente el desmembramiento de China (sólo quedó en ideas, pues nunca se suscitó). Estados Unidos no participó ni fue incluido en estas acciones, pero no por eso dejó a un lado sus intereses en otros Estados. Había puesto el ojo en el Caribe y las islas del Pacífico. 

Cuba, una isla a pocos kilómetros del extremo sur de Estados Unidos pertenecía al imperio español, y a pesar del interés de varios presidentes estadounidenses por comprarle esta isla al imperio, no había sido posible. Sabían estos dos países que Cuba representaba un territorio rico para la agricultura y una posición sumamente estratégica. Para finales del siglo XIX, las influencias de las diferentes revoluciones emancipadoras a nivel mundial habían llegado a Cuba, y a pesar de que el sentimiento nacionalista estaba aflorando, España no daba lugar a ningún tipo de guerra independentista que pusiera en juego su dominio sobre la isla. Con el crecimiento del número de rebeldes pro-independencia, comenzaron a suscitarse enfrentamientos entre españoles y cubanos, y éstos últimos reclamaban insistentemente a Washington la intervención para alcanzar la independencia. Es de esperarse que el gobierno estadounidense decidiera aprovechar esta oportunidad para no
sólo liberar a Cuba de su opresor para así también aprovecharse del que sería un libre mercado cubano. En 1898, el barco Maine que había llegado a La Habana sin previo anuncio y a modo de provocación es hundido por los españoles, dando pie al inicio del conflicto hispano-estadounidense. España termina cediéndole a Estados Unidos la isla de Puerto Rico, Filipinas y Guam. La independencia de Cuba se concretaría en 1902.

Esto sólo significó un tocar de puertas por parte de Estados Unidos hacia el Caribe y Centroamérica. Ocupó Colombia, Nicaragua, Panamá (por la zona del Canal de Panamá, que implicaba un control del poder naval y comercio global), Cuba (hasta 1902), México, Honduras, República Dominicana y Haití. Era innegable que Estados Unidos se había impuesto en América como potencia y su influencia era tácita. 

Pero no fueron estos conflictos los que consolidaron a Estados Unidos como potencia internacional, sino fue su participación en la Primera Guerra Mundial. Me gusta llamarle "last but not least" (último pero no menos importante), pues a pesar de que comenzó a reclutarse para la guerra en 1917 tras un ataque submarino alemán a un barco estadounidense, no fue sino hasta 1918 cuando las tropas norteamericanas llegaron a Europa y ése año concluyó la guerra. Con el Tratado de Versalles se castigó a Alemania, pero por iniciativa del presidente del partido demócrata de Estados Unidos, Woodrow Wilson, se crea una nueva organización internacional capaz de ser árbitro en los conflictos entre Estados, mediante la cooperación entre los mismos: La Sociedad de Naciones o League of Nations, que en 1946 es sucedida por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La pregunta en este punto de la historia es, ¿Estados Unidos estaba preparado para asumir el rol tan deseado de ser la primera potencia del mundo? 

El recorrido militar de Estados Unidos hasta 1939 pareciera indicar que sí, pues no sólo se habían consolidado como una de las potencias militares más importantes del momento, sino su influencia a través de la cooperación en la Sociedad de Naciones le había dado un status de Estado árbitro. Pero conflictos como la guerra de Corea y la guerra de Vietnam, que se excusan como guerras contra el comunismo soviético, hace pensar que no sólo toman decisiones equivocadas militarmente (caso de Vietnam) sino que existe una especie de retórica maltrecha sobre derechos humanos que se contradice con sus acciones. Es en realidad una "moral" a conveniencia.




*Sobre la Revolución Americana: comparto la visión de Giovanni Sartori sobre el mal uso del término "revolución" en este hecho histórico. "La revolución es una sublevación desde abajo, pero no es una pura y simple rebelión; tiene que ser una sublevación guiada por un proyecto y por ideales que transforma no sólo el sistema político, sino también el sistema económico y social (...) la denominada Revolución americana no lo fue en absoluto. Es cierto que los colonos de Nueva Inglaterra se rebelaron, pero para obtener los mismos derechos y las mismas libertades que gozaban los británicos." (Sartori, 2008).

Bibliografía:

- DAVIS, James C. (2004). "La increíble historia de la humanidad"
- SARTORI, Giovanni (2008). "La democracia en 30 lecciones"
- CHAMBERS, John W. (1999) "The Oxford Guide to American Military History"

jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Influye Rusia en la decisión de Ucrania?

El 24 de agosto de 1991, el parlamento ucraniano aprobó la Declaración de Independencia de Ucrania de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, dando inicio a una nueva etapa en el desarrollo político de esta nueva república semipresidencialista libre, soberana y democrática.

Durante su etapa soviética, Ucrania representaba la segunda economía más importante de la URSS, aunque después de su colapso, la década de 1990 significó para este Estado un decrecimiento económico que los obligó a liberar los precios y sustituir la economía planificada por una economía de mercado. Hoy en día, Ucrania tiene uno de los PIB más altos en el mundo y uno de los países con más turismo del continente europeo. 

¿Qué le impide a Ucrania ser miembro de la Unión Europea?

Ya en mayo se habían visto protestas (no tan masivas como las de los últimos días) en contra de la gestión del presidente Víktor Yanukóvich, sin embargo, tras negarse a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea a finales del mes de noviembre, la oposición ucraniana salió a la calle con el lema "Ucrania es Europa". 

La Unión Europea mantiene la opción de firmar el Acuerdo de Asociación con Ucrania, sin embargo, ésta no toma una decisión definitiva y afirma que en un futuro próximo estaría a favor de firma el Acuerdo. A pesar de que el gobierno ucraniano responsabiliza al Fondo Monetario Internacional de su renuncia al Acuerdo de Asociación con la UE, es fácil darse cuenta que éste no es el motivo principal del rechazo. 

El día 2 de diciembre, el primer mandatario ruso, Vladimir Putin desvalorizó las protestas llevadas a cabo en Kiev, quitándoles su carácter masivo y afirmando que no significa una revolución sino más bien, un "pogromo" (linchamiento masivo, espontáneo o premeditado), cuando abiertamente el gobierno ucraniano ha anunciado que la situación de protestas en Ucrania se les ha salido de las manos. 

Aquí encontramos un punto clave para comprender porqué Ucrania se niega a ser miembro de la Unión Europea: Rusia.

Ucrania produce un 25% del gas natural que utiliza, sin embargo importa un 35% de Rusia y otro 40% de países de Asia Central. No sólo tiene un vínculo económico con Rusia con el gas natural, sino que comparten una Unión Aduanera. En el Acuerdo de Asociación con la UE, Ucrania también tendría acuerdos de unión aduanera, sin embargo, la opción "prorusa" le beneficia en regiones del sur y el este, zonas que producen la mitad del PIB del país.

El proyecto de Unión Euroasiática (donde Ucrania está incluida) es un intento de Rusia de integrar a las naciones del espacio post-soviético en reemplazo de la Unión Aduanera, y si Ucrania acepta firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, queda excluida del Tratado de Libre Comercio futuro de la Unión "Euroasiática", de la presente Unión Aduanera, además de la probabilidad de que Rusia le alce los precios del gas natural a Ucrania. 

¿Tiene entonces Rusia poder sobre Ucrania?

1. Si lo medimos en el peso, Rusia tiene el control del ambiente y los resultados de la situación ucraniana.
2. Si lo medimos en dominio, Rusia tuvo (y tiene) la capacidad de alterar la conducta de Ucrania con respecto a sus intereses. 
3. Si lo medimos en alcance, Rusia tiene la capacidad de gratificar o castigar a Ucrania según la decisión que tome. 

Entonces sí, es Rusia el factor principal de que Ucrania se niegue a ser parte de la Unión Europea y no lo es el FMI, como afirmó Yanukóvich. Y es que en realidad, a pesar de que vivimos en una época post-soviética, Rusia no ha dejado de tener influencia sobre el oriente de Europa, pues utiliza el instrumento económico para lograr todos sus fines políticos. 

Si el interés nacional de Ucrania es mantener su economía estable y no desafiar la relación económica con el gigante euro-oriental, entonces, no veremos en un futuro próximo a los ucranianos como miembros de la Unión Europea.